Edgar Martín

De pequeño, mis padres me dieron a elegir entre estudiar inglés o música como actividad extraescolar. Escogí la música porque creía que no tendría que estudiar. ¡Me equivoqué! Pronto me di cuenta de que era una carrera preciosa que requería mucho sacrificio, y en la adolescencia llegaron los primeros llantos… No podía salir a jugar con mis amigos porque tenía clase de violín al día siguiente… ¡Vaya lata! Sin embargo, cuando la clase me salía bien, estaba alegre toda la semana.\n

\nSentía que la música me daba más que un partido de fútbol con mis amigos, que también son necesarios.\n

\nPronto llegaron mis primeras experiencias en coros y orquestas dando conciertos. Con tan sólo 12 años ya era concertino y compositor, y estrené una de mis primeras obras para orquesta de cuerda.\n

\nCuando acabé la carrera de violín, me di cuenta de que me gustaba muchísimo todo el arte de la composición, así que comencé la carrera de composición. Al terminarla, entendí que era una profesión muy dura e introvertida y que tenía que saber mucho más de los grandes compositores. Además, a mí me movía mucho el hecho de estar en orquestas y poder explicar y compartir mi visión de la obra, por lo tanto, Dirección de Orquesta era mi carrera.\n

\nDicho y hecho, no me lo pensé dos veces, tenía que estudiar la carrera de Dirección de Orquesta, lo tuve claro. Me daba todo lo que quería, me llenaba completamente, me moví por todo el mundo buscando los mejores profesores (Salvador Más, en Viena; Larry Rachleff, en República Checa; George Pehlivanian, en Málaga; Ronald Zollman, en Kiev; Donald Schleicher, en Chicago…), pero el que más me ha influido y al que considero mi verdadero maestro es Jordi Mora, en Barcelona, donde concluí mis estudios.\n

\nDesde que terminé mi carrera de Dirección de Orquesta he tenido experiencias inolvidables dirigiendo orquestas como la Orquesta Sinfónica de Bahía Blanca, la Orchestra Filharmonie Bohuslava Martinú o la Academic Symphony Orchestra of the National Philharmonic of Ukraine, entre muchas otras.\n

\nAdemás, he tenido el privilegio de poder dirigir a increíbles solistas de prestigio mundial, como Pilar Constancio, Alexander Trotchinsky, María Parra, Sara Bondi, David Revuelta, Miguel Borrego o Alejandro Bustamante.\n

\nUna experiencia vital que nunca olvidaré es cuando formé un coro de 600 niños en Camboya para interpretar la novena sinfonía de Beethoven. ¡Esto sí que te hace cambiar la mentalidad y la visión de la música!\n

\nHe conseguido el reconocimiento de los más importantes medios nacionales como EL MUNDO o ABC, así como de medios especializados, como la Revista RITMO, de la cual fui portada en el número de diciembre de 2016, publicación que alabó mi faceta de director de orquesta y divulgador musical.\n\n

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